Ya sabemos eso dicho que dice, nunca es tarde si la dicha es buena...Esto viene a que tendría que haber publicado estos buñuelos al empezar Semana Santa, pero bueno, yo soy así de imprevisible...y lo dicho, como la dicha es buena que mejor que cualquier día para hacer estos deliciosos buñuelos de viento, no solo en esta época del año, porque os puedo asegurar que es una de las recetas más fáciles que hay, con ingredientes que siempre tenemos en casa y no necesitamos ni levar masas, hornos ni ninguna complicación, y para colmo están de vicio!!
Si hay alguna masa que me guste como ninguna es ésta. Me los podría comer todos!!
Recuerdo cuando era pequeña, esperaba ansiosa esta época y la de Carnaval para ir a la pastelería del barrio para comprar buñuelos, solo me gustan los de viento, ni rellenos ni nada, y solo con azúcar glas! si es azúcar normal ya no saben igual, por eso siempre iba a las mismas pastelerías. Recuerdo también pensar en cada bocado lo ricos que estaban y la pena que me daba que se terminaran, si, si, me chiflan, pero sobretodo me trae muy buenos recuerdos de donde nací.
Aquí os dejo la receta, ya me diréis que tal os han salido, veréis que es facilísimo!
Recordad que tenéis todas las redes sociales disponibles para seguirme, para comentar, para hablar, para pedir, lo que queráis!!
Besos!!
Vanessa
Ingredientes:
- 125 ml de leche
- 50 gr de mantequilla
- 2 cucharadas de anís
- 2 cucharadas de azúcar (me gusta más dulce, la próxima 3 cucharadas)
- 4 cucharadas de agua
- una pizca de sal
- 3 huevos
- 150 gr de harina
- Aceite de oliva
- Azúcar glas
Elaboración:
Echamos en un cazo la leche, la mantequilla, el anís, el azúcar, el agua y la sal.
Cuando empiece a hervir añadimos la harina, bajamos el fuego y removemos hasta que desaparezcan los grumos, retiramos y pasamos a un bol.
Cuando temple la masa añadimos los huevos uno a uno, removemos hasta que quede una masa fina, una masa consistente con la que podamos dar forma a los buñuelos.
Cogemos con una cuchara porciones de masa y con las manos untadas de aceite frío formamos bolas del tamaño que más nos guste.
Ponemos a calentar el fuego y cuando esté bien caliente incorporamos los buñuelos hasta que estén dorados.
Espolvorear con azúcar glas.